Universitat Rovira i Virgili

Expertos en dolor infantil han debatido sobre los últimos avances en este campo durante la 6ª Jornada Nacional sobre Dolor Infantil, celebrada este lunes 13 de junio en Madrid. En este contexto, los coordinadores del evento, Francisco Reinoso-Barbero, jefe de Servicio de Anestesiología-Reanimación Infantil del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y el investigador Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona), han señalado la importancia de un correcto abordaje del dolor infantil.

Miró ha defendido la unidad de todos los profesionales implicados: "el progreso y la mejora pasan por la colaboración de todos los agentes". En su opinión, el principal reto al que se enfrentan los investigadores del dolor infantil sigue siendo la falta de recursos y explica que esto se concreta en "la formación de los profesionales, la investigación y la escasez de programas de tratamiento, muy evidentes en relación al dolor crónico". En lo relativo al estudio de este dolor infantil, ha asegurado que la cantidad de recursos que se están dedicando a la promoción de la investigación en dolor "no llega al 1%, y en muchas ocasiones, no supera el 0.2%, en los últimos 5 años". Tal como señala el Reinoso-Barbero: "Un dolor no tratado adecuadamente puede, en el caso de los recién nacidos, provocar un aumento de la mortalidad".

Sobre el papel de las administraciones, el director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira i Virgili ha apuntado que si no quieren tomar un papel activo y liderar, al menos deberían sumarse a las iniciativas que existen. Miró ha apuntado otras mejoras como seguir trabajando por "aumentar la sensibilidad de la sociedad respecto de este problema, promover la formación de los profesionales y mejorar la atención al dolor en los diferentes niveles del sistema sanitario; tanto en atención primaria como en unidades de alta especialización"

Por su parte, Reinoso-Barbero ha reconocido que el principal reto que tienen los pacientes críticamente enfermos "es que su dolor pase desapercibido o sea minusvalorado ante la importancia de los otros síntomas que ponen en peligro la vida del paciente". En este sentido, este especialista ha explicado que un dolor "no tratado adecuadamente, puede desencadenar unas consecuencias neuroendocrinas inmediatas de aumento de la morbilidad de los pacientes y; en el caso de los más pequeños, provocar un aumento de la mortalidad postoperatoria". Ha señalado que la causa más frecuente de dolor crónico en niños no tiene una causa claramente definida y por eso se cataloga como dolor crónico primario: "En estos casos son clave la rehabilitación y la fisioterapia que tienen efectos analgésicos `per se`, así como el soporte psicológico", que según el médico del Hospital La Paz, forman, junto al soporte psicológico y el tratamiento médico, los "tres componentes" que conforman un "abordaje eficaz y multidisciplinario del dolor crónico infantil complejo".

En pacientes recién nacidos en estado crítico que se someten a una cirugía cardíaca, un estudio publicado en la revista The New England Journal of Medicine revela que el tratamiento del dolor ha influido en las muertes postoperatorias.

En lo relativo al soporte psicológico, Reinoso-Barbero ha defendido que la falta de analgesia adecuada se asocia a secuelas psiconeurológicas como el síndrome de estrés postraumático o síndrome de estrés post-uci: "Ambientes acogedores, la presencia de los padres durante el ingreso y manipulaciones diagnósticas, los juegos, o la musicoterapia favorecen que los pacientes infantiles disminuyan de un modo importante su ansiedad y la percepción del dolor ante situaciones potencialmente estresantes".

La evaluación del dolor es uno de los retos más importantes en niños, un problema al que se añade, en algunos casos, la dificultad en la comunicación debido a diferentes trastornos. En este sentido, durante la Jornada, se ha anunciado la comunicación ganadora del Premio ASEEDAR-TD al mejor póster enfocado en la atención al dolor en población infanto-juvenil con TEA, a cargo de Purificación Sotomayor, Javier Torres, Maria Dolores Cárceles del Grupo de Investigación en Dolor Navegar (Universidad de Huelva, Universidad de Murcia), que analiza el abordaje del dolor en menores con trastornos del espectro autista.

"Las familias tienen un papel definitivo en el abordaje del dolor crónico infantil, sobre todo en los niños que no pueden expresarse y que tienen cambios de conducta asociados al dolor que solo los padres conocen y que sólo ellos pueden trasladar a los facultativos", ha afirmado el Reinoso, quien ha defendido, además que el tratamiento psicológico "debe afectar no solo al paciente pediátrico, sino a toda la unidad familiar".